Silencio roto
Las calles empedradas brillan por el agua de las últimas lluvias. El sol, tímido, se asoma al cielo y una anciana aparece en la calle con una bolsa de pan caliente del brazo. Como calza zapatillas de andar por casa no se oyen ni sus pisadas, sólo algún gorrión revoltoso. La iglesia comienza a gritar.
Maderuelo (Segovia). Noviembre de 2003.
Maderuelo (Segovia). Noviembre de 2003.
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