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Individual

Individual Cuando la ciudad mira al mar, los ciudadanos acuden a la orilla para alimentarse con el paisaje. Hay pueblos costeros que amueblan la ribera con románticos bancos en los que abrazar al ser amado y compartir el horizonte. Por el contrario, algunas urbes potencian el individualismo que puebla sus calles con sillones sin hueco para el diálogo. Algunos se resisten a la soledad y se apretujan en el hueco insuficiente para dos, otros se revelan abandonando el mirador de cemento.

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