Taberna
Segundo sirve vinos y conversación. Su taberna es un museo y su charla una mina. Asegura que cuando los moros esa cava ya era tasca. Parece como si, desde entonces, se hubiesen ido acumulando recuerdos que colgar de su techo cóncavo y de sus paredes alicatadas y mugrientas. Pero entre la multitud de objetos que un día fueron útiles, Segundo esconde un tesoro bajo una sábana de poliamida estampada y lo muestra con orgullo ante mi intriga: dos Moto Guzzi que durante meses de paciencia ha ido restaurando pieza a pieza y que pasea gallardo cada domingo por las calles empedradas del lugar. Arcos de la Frontera (Cádiz). Mayo de 2004
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ElFer -
susana -