Testigo
A pesar de su férrea voluntad, ni la barandilla del Palacio Real ha podido resistir el avance del tiempo. Lleva años en el mismo lugar pero el agua, el sol, el viento van dejando arrugas sobre su piel, testigo de tanta historia lusitana.
SINTRA (Portugal). Octubre de 2004
SINTRA (Portugal). Octubre de 2004
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