Letargo
Cuando se aleja el verano, las playas del Adriático se vacían y sobre su arena sólo quedan sombrillas dormidas y algún bañista tardío huyendo del bullicio estival.
PORTO GARIBALDI (Italia)
Cuando se aleja el verano, las playas del Adriático se vacían y sobre su arena sólo quedan sombrillas dormidas y algún bañista tardío huyendo del bullicio estival.
PORTO GARIBALDI (Italia)
El agua que sólo se agita levemente por la brisa suave refleja la colada de la mañana.
COMACCHIO (Italia)
Antes de bañarse en el Adriático, el Po forma un delta sobre cuyos sedimentos se asientan bellos edificios. Alejadas de la transitada Venezia, las calles de Comacchio son de agua en vez de asfalto y por ellas se deslizan barcas de colores en vez de autos motorizados.
COMACCHIO (Italia)
Sobre el mármol de la escalera del palacio rebota el silencio de la ciudad. Sus peldaños comunican el pasado que se mantiene intacto en los edificios con el presente vivo que respira en las calles.
FERRARA (Italia)
Las ruedas contra las baldosas, los rodamientos de los piñones, el silvido del aire entre los radios. Así suena el tráfico en Ferrara. Pequeños y mayores se mueven de un rincón a otro de la ciudad en cualquier vehículo que no lleve motor.
FERRARA (Italia)
Desde el mirador de Miguel Ángel se divisa toda Florencia y el río Arno parece una bandeja plateada en la que se refleja la ciudad. En los balcones que dominan el panorama las parejas se abrazan y dejan volar sueños por los tejados que regresan en forma de besos.
FLORENCIA (Italia)
Entre las columnas de la Galleria degli Uffizi, el carabiniero hace guardia. Quizá esté pensando en alguno de los muchos chistes que sobre ellos circulan:
-Porque los carabinieri sonrien cuando ven un rayo?
-Para salir bien en la foto.
FLORENCIA (Italia)
Como un colibrí vuela ingrávida. Riman sus movimientos con los acordes del piano y el vapor de su tul me emociona como un verso perfecto.
MADRID.
Recuerdos para turistas o banderas multicolores que reivindican paz: ante la fachada centenaria del Duomo proliferan los vendedores ambulantes. La mayoría vienen de paises que hace años acogieron a los emigrantes de este país. Hoy casi nadie parece acordarse de aquel viaje.
FLORENCIA (Italia)
Florencia debió ser una ciudad muy bella quizá en algún momento en que el turismo no colonizara cada una de sus plazas. Hoy sólo es una multitud de cámaras andantes con pantalón corto y camiseta que buscan el testigo de la visita o filas interminables ante las entradas de los monumentos que sólo buscan rellenar un pasaporte de visitas.
Se podría hacer un parque temático con una reproducción exacta de la ciudad que incluyera caída en picado desde la cúpula del Duomo, paseo en barca por el río Arno o una montaña rusa sobre la Galería de los Uffizi. Tendría mucho éxito y dejaría la ciudad real libre para pasear en bicicleta o para los verdaderos amantes del arte.
FLORENCIA (Italia)
El sol de otoño pintaba la fachada. Ella se asomó por la ventana, abierta de par en par a la mañana que nacía. Un camisón pálido cubría su cuerpo tostado. La melena alborotada susurraba a la plaza entera que acababa de despertarse. Una silueta se aproximó por su espalda y apareció él, cubierto el torso con una camiseta de tirantes y con una taza de café caliente en la mano. Con la mano libre la tomó por la cintura y así, sin prisa, desayunaron el amanecer.
SIENA (Italia)
Subiendo la cuesta pasa la vida. Dentro sólo hay pasado y sombras, fuera luz y futuro.
SIENA (Italia)
Cada 12 de septiembre, la "Contrada" del Águila celebra la fiesta de su patrón. Las calles de este barrio se llenan de alegría y los cantos se escuchan a la vuelta de cada esquina. Durante esa semana es difícil dormir en la zona que adorna sus paredes con farolas y banderas amarillo y turquesa.
SIENA (Italia)
Todo el sabor de las suaves tierras toscanas se acumula sobre los cestos de las tiendas de comestibles.
SIENA (Italia)
Gruesos listones de recia madera cierran el paso a la luz que refleja el listonado Duomo durante las primeras horas del día.
SIENA (Italia)
El sol dibuja dientes de sierra que muerden los escalones.
LA TOSCANA (Italia)
Las suaves colinas, el sol casi perpetuo, las lluvias justas extraen de las entrañas de la tierra el néctar que durante meses duerme entre tablones de roble antes de deleitar paladares y alimentar espíritus.
LA TOSCANA (Italia)
Otro bonito pueblo medieval igual que ese otro bonito pueblo medieval que tiene esa misma calle principal que conduce a un castillo igual que el de ese otro bonito pueblo medieval que està abarrotado de tiendas de los mismos productos tìpicos que los de ese otro bonito pueblo medieval, con sus calles retorcidas, igual que las de ese otro bonito pueblo medieval perfectamente restaurado para que todas sus bonitas casas de piedra y madera sean igual de bonitas a las de ese otro bonito pueblo medieval que vi en... que vi en... ¿dònde? ¡cielos! ¿son todos iguales o es mi dèbil memoria?
Podría ser VOLTERRA (Italia)
En el taller del maestro alabastrero la luz que entra por un ventanuco da vida a las piezas pulidas con esmero y dedicación. Como frutas del Jardín de las Delicias tientan al visitante que no puede resistir el deseo de acariciar su fría piel marmórea.
VOLTERRA (Italia)
La puerta de la "Associacion Nazionale Vittime Civili di Guerra" parece no abrirse desde hace años. Recuerda un pasado de conflictos europeos tan lejanos en el tiempo que han provocado el olvido, no sólo de aquellas víctimas sino de las que siguen produciéndose hoy día en todos los rincones del mundo.
LUCCA (Italia)